jueves, 29 de mayo de 2014

Despertares: Baja de su altar para ver llegar a sus hijos

"Pasito a paso, Rocío, te soñaré... Soñando con la luna en primavera pensando que pronto estaré a tu vera siguiendo al Simpecao en el camino... Y surcaré la arena bajo tu mirada, y llenarás mi cielo de palomas blancas... Rocío camino sólo por Ti".

Como un sueño que sólo nace al despertar mayo; así son los días mágicos en los que vivimos, en los que despertamos cada mañana para darnos cuenta que el sueño es real... Que es verdad y está a punto de comenzar.

Días previos que no sabes porqué pero cada año, vayas o no, te sientes más cerca de Ella, que es el momento, que la marisma despierta y se pone guapa para ver pasar a su Reina, que los pájaros entonan salves que su divino Niño tararea, que la laguna del Coto suspira otra vez por ser espejo de su Pastora. Y Ella... Que tanto amor reparte, tan sencilla como nadie se baja de su altar para ver llegar a sus hijos de más cerca, para mirar cara a cara e impregnarse del aroma de Doñana que arrastran los peregrinos. Tan coqueta, se pone sus mejores galas para recibir a sus hijos y mostrarles lo que lleva entre sus manos, su tesoro más preciado, el Divino Verbo, la eterna verdad. Y la ermita se llenará de rezos y plegarias... y de nuevo será tan humilde que bajará la mirada en un soberano gesto de inmaculada timidez.

¿Y, qué es lo que tienes, Rocío? ¿Qué tienes Madre mía para anidar en tantos corazones? Bendito regalo del Cielo del que bajó como el rocío de la mañana para regar de amor los corazones de Andalucía...

Y me despiertan los cohetes que anuncian que ya la Pastora almonteña quiere echarse a volar por sus calles para llenarse de polvo y arena como una romera más.

He querido presentarme aprovechando estos despertares... Pero, ¿Qué más da cómo me llame o de dónde venga? Tan sólo soy alguien que comparte contigo una misma devoción, un mismo anhelo, un mismo sentimiento, una misma madre. Rabio de ganas por compartir estos únicos momentos con todos ustedes, para mí será un honor.

Y partiré como en su día lo hicieron las carabelas en busca del nuevo mundo; y buscaré el encuentro, y buscaré el perdón, y daré las gracias... Y caminaré disfrutando del camino siguiendo a mi Simpecado porque con su mirada he soñado. Caminaré, porque allí se encuentra mi destino, donde derraman sus penas los peregrinos...  Y allí, al final del duro caminar, en su ermita blanca... un mismo destino nos une a todos... Os espero:

"En mi corazón se funde
'toa' mi gente rociera
porque en la fe y los amores
Huelva no tiene fronteras..."

Viva la Virgen del Rocío!!

Alejandro Aragón Godoy


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