miércoles, 31 de julio de 2013

Lealtad

Hace unos días alguien habló largo rato conmigo sobre su trabajo,  en el fondo de la conversación estaba el deseo de transmitirme la necesidad que tenía de que las personas que con él trabajan le profesaran lealtad. Entonces, además de reconocerle la importancia que esto tenía para que pudiera desempeñar la misión que le habían encargado, decidí, cuando se marchó, ir al diccionario de la Real Academia para recordar este concepto, porque en muchas ocasiones pedimos algo que no sabemos qué es.

Busqué el concepto lealtad y dice: "Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y del honor y hombría de bien", y en una segunda acepción: "Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales". No contento, me decidí a mirar la palabra fidelidad y dice: "Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona", y también "puntualidad, exactitud en la ejecución de algo". Aún me quedaba el término honor, y dice entre muchas acepciones: "Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo", y como locución verbal: "demostrar ser digno de algo (hacer honor a su nombre". Y finalmente busco hombría de bien, y dice: "entereza, valor".

Tras esta escaramuza por el diccionario pienso que la lealtad no es algo que podamos imponer como una exigencia, es algo que uno se gana en el día a día sabiendo confiar en los demás. Esa confianza suscitará en el otro, que es noble de corazón, responder con sus pensamientos y obrar con fidelidad y honor, haciendo valer que merece ser sujeto de tu confianza y siempre actuará con nobleza, entereza y valor ante cualquier situación y buscará siempre el bien y lo mejor para aquél que depositó en él su favor;  pero el que no es noble de corazón, aprovechará esa confianza para satisfacer las intenciones más viles que alberga en su interior, huirá ante el conflicto, no actuará con rectitud, nobleza, decencia y dignidad; su fragilidad y debilidad le llevará a proceder con prepotencia con los subalternos e intentará derrocar siempre aquél quien confió en éste para la misión.

Cómo saber quién es leal, pues es muy difícil. Mi experiencia me dice que sólo el tiempo y los hechos -si no estás muy ciego- te permitirán descubrirlo, porque el noble siempre actúa en verdad, y el desleal disfraza la mentira de verdad convencido de que procede honestamente. Confiar siempre es un riesgo, pero también es una aventura que nos permite caminar, y sin este acto hacia el prójimo la sociedad misma estaría abocada al fracaso.

1 comentario:

  1. Según lo expones pocos hombre de este mundo. pueden ser leales, honestos, En fin entregados a sus jefes, o superiores. Tenemos una frase muy famosa. ( Que buen siervo si hubiera buen Señor )

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