viernes, 19 de julio de 2013

Degradación Política

En todo este tiempo de crisis, y concretamente en este último año y medio, asistimos impotentes a una degradación de la vida política que amenaza cada día con un nuevo escándalo. Aquellos, personas nobles y capacitadas, en los que la soberanía popular ha depositado su confianza para regir los destinos de la nación con el objeto de que trabajen generosamente en la búsqueda del bien común, nos sorprenden, en un alto número, de que no estaban lo suficientemente capacitados y que son de dudosa honorabilidad. 

Han convertido la responsabilidad de garantizar el bienestar y desarrollo de los individuos y de los grupos en una permanente comedia de distracción y engaño, aprovechando el descuido del pueblo, para saquear las arcas destinadas a la promoción de los más débiles, evitando el desarrollo del progreso de los individuos para que estos puedan gozar de lo que es un derecho innegable: vivir la propia vida con dignidad.

Hoy siguen teniendo validez aquellas palabras de la Constitución Pastoral Gadium et Spes: "En lugar de favorecer el encuentro fraternal y la ayuda mutua, la ciudad desarrolla las discriminaciones y también las indiferencias; se presta a nuevas formas de explotación y de dominio, de las que algunos, especulando con las necesidades de los demás, sacan ganancias inadmisibles. Detrás de las fachadas se esconden muchas miserias, ignoradas aún por los vecinos más cercanos; otras aparecen allí donde la dignidad de la persona humana zozobra.. (...)  Son, en efecto, los más débiles las víctimas de las condiciones de vida inhumana, degradantes para las conciencias y dañosas para la institución familiar: la promiscuidad de las viviendas populares hace imposible un mínimo de intimidad; los matrimonios jóvenes, en la vana espera de una vivienda decente y a un precio asequible, se desmoralizan y hasta su misma unidad puede quedar comprometida... nº 10-11.

En distintos lugares de nuestro territorio, y también a través de las redes sociales, comienza aparecer una rebelión de la sociedad civil NO TELEDIRIGIDA POR LOS MISMOS QUE DESEAN MANTENER EL STATUS ANTERIOR, sino hombres y mujeres anónimos que elevan un grito pidiendo justicia y que se facilite a las personas lo que éstas necesitan para llevar una vida verdaderamente humana, que no tengan que mendigar el alimento, ni ser desprovistos del techo donde edificar un hogar, una educación no sometida al dictado de una ideología determinada que imponga un pensamiento único y subyugue la posibilidad del libre pensamiento, un trabajo que según su habilidad pueda desarrollar y ser justamente remunerado, una información veraz y no supeditada al poder del dinero,  a la promoción de una cultura que permita en libertad aspirar a un horizonte amplio que promueva el crecimiento de la comunidad humana,...

Quizás estemos ante un tiempo nuevo, una oportunidad para una auténtica regeneración social que debe venir de la misma sociedad civil, y en lo posible evitar que la lideren los mismos que nos han traído a este desierto.

4 comentarios:

  1. Sí, José Juan, es un tema que a mi también me inquieta, el compromiso con la historia en la dimensión sociopolítica es algo a lo que los Papas nos vienen llamando tiempo ha. Habría que ir viendo en qué medida y cómo podemos ir contribuyendo a esa regeneración social. Como generar corrientes de opinión sin entrar en diatribas ni enfrentamientos, como presentar el pensamiento cristiano concretamente católico como algo realmente capaz de cohesionar una sociedad, pero distanciándonos de partidos o posturas políticas de un matiz u otro y de donde sacar los líderes. Un tema tan complejo como el de tu programa pastoral. Supongo que todo está relacionado.

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    1. El peligro que existe es diluir el pensamiento cristiano en un partido político determinado, pero sí que se puede en los distintos partidos políticos lleva la propuesta cristiana.El error grave, es que los cristianos se ausenten del compromiso político. Y se hace muy necesario que surjan esos líderes capaces de presentar en un diálogo sincero y sereno con las distintas corrientes ideológicas la propuesta evangélica.

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  2. Para la solución de estos momentos tan díficiles desde la Iglesia tenemos la solución. Desde hace muchisímo tiempo. Tenemos LA DOCTRINA SoCIAL

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    1. Pero aún no hemos sido capaces de hacerla llegar a los cristianos de a pié. Una minoría conocen la doctrina social de la Iglesia.

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