viernes, 6 de junio de 2014

El amor no se mira, se siente y aún más cuando Ella está junto a ti

Tres  Despertares para verte pasear por tus arenas y apenas unas horas las que me separan de ti Señora y de esta familia rociera.

Por delante tantos momentos de fe, de emociones, de ver a tanta gente rezándote, cantándote, que se me encoje el corazón. Veremos cada día a tantos romeros como llevan en sus cuellos tantas medallas, de amigos, familiares que faltan, escucharemos en silencio como se acerca la noche, como llegas y pensaremos ¡qué suerte nunca sentirnos solos y estar aquí con Ella!

Recuerdo ahora cómo cansada, agotada y llena de polvo regresé a mi casa después de aquel primer Rocío, y recuerdo como llegué con aquella paz interior, con un relax espiritual y con una tranquilidad difícil de explicar.  Fueron unos días de emociones tan agotadoras que algo en mi interior cambió, se transformó, ves las cosas de otra manera, con otra mirada, más serena, más tranquila y ya nunca vuelves a estar sola.

Dice un gran poeta: " El amor no se mira, se siente y aún más cuando Ella está junto a ti" . Así me siento yo llena de un amor inmenso y de agradecimiento a mis padres, a mi marido por tanta fe en mi casa, pero he de confesar que yo aún creyente no me sentía llena hasta aquel día que ante su reja  sentí que sólo estábamos yo y ella para hablarnos, para contarnos y eso sigue siendo así cada día de mi vida.

Qué suerte que en apenas unas horas vuelva a verte, qué privilegio estar arropada por esta gente buena que has puesto en mi camino y como mi hermano aprovecho para decirle a Juan Antonio cuanto le queremos en este hogar madrileño, porque sin él, sin su pasión rociera, no habríamos llegado hasta Ella.

Por último contaros que durante estos días previos me preguntaron mis niñas: ¿cómo es el Rocío mamá? y yo les contesté: es la ermita, el camino, el llanto, el amor y el cariño de una Gran Madre por todos sus hijos, pero sobre todo es que Ella está siempre con vosotras, velando vuestros sueños.

Quiero pedirle a nuestra Señora que cuide de todos los romeros que van hacía su aldea en estos días, y que bendiga nuestra casa, esa que es Ajolí, 67  que tan llena de fe y cariño está ya por Ella.


Ahora sí, en unas hora os abrazamos romeros ¡Viva la Virgen del Rocío!

Ana Belén Pajares Jabato

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