sábado, 18 de junio de 2016

Vaya panda.

Esta semana hemos asistido a otra gamberrada de unos personajes que se instalaron en el infantilismo y se niegan a madurar. Ahora, las pintadas en la capilla de la Universidad Autónoma y los panfletos de Valencia donde aparece la Virgen de los Desamparados besándose con la Virgen de Montserrat. Ya son graves los hechos por sí mismos, pues ponen de manifiesto el fenómeno de la intolerancia y un ataque sistemático a la Iglesia Católica simplemente porque “mola”; pero peor aún es que políticos supuestamente instruidos e impartidores del saber, condenen los hechos entre risas y se permitan la osadía hasta de encontrarle una salida.

Estamos en la “cultura de que todo vale”. Y es lo que parece ser que enseñan algunos doctos universitarios, estos que tanto hablan de Estado laico. Me pregunto qué enseñan algunos en la Universidad. ¿Saben estos doctos qué es laicidad, laicismo, laicidad del Estado? No soy un experto en la materia ni me atrevería a arrogarme mayor capacidad que los gurús que hoy dominan ideológicamente los areópagos universitarios y que alimentan la cultura excluyente. Sencillamente la inmensa mayoría entendemos por Laicidad, el respeto mutuo entre Iglesia y Estado fundamentado en la autonomía de cada parte; y entendemos por Estado Laico la no injerencia de cualquier confesión religiosa en el gobierno en cualquiera de sus formas y que éste se muestre neutral en materia de religión; y por Laicismo, una corriente ideológica más,que se muestra en la mayor de las veces hostil o indiferente contra la religión o contra la Iglesia.

Estos muchachos ignoran aquello que proclama la Declaración de los Derechos Humanos en su artículo 18: “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”. Igualmente, el Concilio Vaticano II nos indica que la libertad religiosa consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, sea por parte de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana; y esto, de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos”.

Un poquito de respeto y tolerancia no vendría mal.

1 comentario:

  1. Cualquier persona creyente, pero libre de fanatismos religiosos, verá razonable la existencia de un Estado Laico por ser el modelo que garantiza el respeto a “todas” las creencias religiosas o ausencia de las mismas. (El sembrador de ideas) No estoy de acuerdo con la identificación del "laicismo y la izquierda radical que muy subliminalmente a mi entender se identifica con Podemos cuando alude a doctos universitarios...Entiendo que defienda el respeto a un espacio religioso que comparto con usted plenamente, pero no cargue con tintas a los que libremente defiende un estado laico o son de izquierdas ya que muchas personas de izquierdas son cristianos pero no les ciega la fé.

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