Ocho
despertares para el mejor día, para el día más esperado.
Es
la primera vez que voy al Rocío en su semana grande, aunque ya tuve ocasión de
conocer a la Virgen... Me la presentasteis vosotros.
No
podía imaginar lo que era. Cuando entre canción y canción, notas que te
embargan de alegría, devoción, cariño...
Me
habéis enseñado algo que no conocía, me sobrecogéis el alma con vuestros
despertares.
Ganas
tengo de estar allí, en las arenas del Rocío, a los pies de la Virgen, ganas de
vivir esa experiencia que reflejáis desde lo más hondo del corazón. Ganas de
que la Blanca Paloma me acoja, ganas de compartir con vosotros algo grande, lo
más grande.
Recuerdo
como se nos puso la piel de gallina con las palabras que nuestro cura rezó ante
el "Sin Pecado", ... como el frío no hacía mella y como brotaban las
lágrimas emocionadas en aquella noche.
Vuestra
impaciencia porque llegue el día me conmueve, vuestro amor por la Virgen me
contagia.
Estar
allí con mi mujer, con mis mejores amigos y con vosotros, que desde el primer
momento no habéis dudado en ofrecernos el regalo más preciado, me llena de
vida.
Le
quiero dar gracias a Dios y a su Madre por estar vivo, por la familia que
sois... También le quiero pedir...
Pedirle
que permita que la sigamos visitando, pedirle que sea capaz de transmitir a
otros lo que he recibido de vosotros.
Me
habéis ayudado, me atrevo a decir, nos habéis ayudado, más de lo que creéis.
Buenos
días romeros!!!!
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