"Pasito
a paso, Rocío, te soñaré... Soñando con la luna en primavera pensando que
pronto estaré a tu vera siguiendo al Simpecao en el camino... Y surcaré la
arena bajo tu mirada, y llenarás mi cielo de palomas blancas... Rocío camino
sólo por Ti".
Como
un sueño que sólo nace al despertar mayo; así son los días mágicos en los que
vivimos, en los que despertamos cada mañana para darnos cuenta que el sueño es
real... Que es verdad y está a punto de comenzar.
Días
previos que no sabes porqué pero cada año, vayas o no, te sientes más cerca de
Ella, que es el momento, que la marisma despierta y se pone guapa para ver
pasar a su Reina, que los pájaros entonan salves que su divino Niño tararea,
que la laguna del Coto suspira otra vez por ser espejo de su Pastora. Y Ella...
Que tanto amor reparte, tan sencilla como nadie se baja de su altar para ver
llegar a sus hijos de más cerca, para mirar cara a cara e impregnarse del aroma
de Doñana que arrastran los peregrinos. Tan coqueta, se pone sus mejores galas
para recibir a sus hijos y mostrarles lo que lleva entre sus manos, su tesoro
más preciado, el Divino Verbo, la eterna verdad. Y la ermita se llenará de
rezos y plegarias... y de nuevo será tan humilde que bajará la mirada en un
soberano gesto de inmaculada timidez.
¿Y,
qué es lo que tienes, Rocío? ¿Qué tienes Madre mía para anidar en tantos
corazones? Bendito regalo del Cielo del que bajó como el rocío de la mañana
para regar de amor los corazones de Andalucía...
Y me
despiertan los cohetes que anuncian que ya la Pastora almonteña quiere echarse
a volar por sus calles para llenarse de polvo y arena como una romera más.
He
querido presentarme aprovechando estos despertares... Pero, ¿Qué más da cómo me
llame o de dónde venga? Tan sólo soy alguien que comparte contigo una misma
devoción, un mismo anhelo, un mismo sentimiento, una misma madre. Rabio de
ganas por compartir estos únicos momentos con todos ustedes, para mí será un
honor.
Y
partiré como en su día lo hicieron las carabelas en busca del nuevo mundo; y
buscaré el encuentro, y buscaré el perdón, y daré las gracias... Y caminaré
disfrutando del camino siguiendo a mi Simpecado porque con su mirada he soñado.
Caminaré, porque allí se encuentra mi destino, donde derraman sus penas los
peregrinos... Y allí, al final del duro
caminar, en su ermita blanca... un mismo destino nos une a todos... Os espero:
"En
mi corazón se funde
'toa'
mi gente rociera
porque
en la fe y los amores
Huelva
no tiene fronteras..."
Viva
la Virgen del Rocío!!
Alejandro Aragón Godoy
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