Bando: “Se hace saber a los vecinos y foráneos del lugar, que tras
una ardua y tensa partida de dominó, la comisión de vecinos del Distrito, hemos
elevado propuestas al consejo del “Cogobierno” para el programa de actos con
motivo de la verbena del barrio. Después de buenos momentos de propuestas,
diálogo, votación, contrapropuesta, más diálogo y nueva votación la asamblea
conjunta vecinos y consejo del “Cogobierno”, determina que se mantendrá el
nombre de verbena de la Fuensanta, y no así el de Caimán; no se contemplarán
actos religiosos al ser una fiesta del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Aquellos que no acaten esta decisión no podrán participar de la huevada”.
Seguramente que habrá alguien más avispado y ducho en pregones
para poder realizar otro con más calado y mejor ironía. Pero lo que sí esta
claro es que lo de estos amigos de distrito vecinal y Ayuntamiento alcanza
tintes histriónicos y burlescos, una auténtica bufonada. Reconozco que soy un
profano en lo que respecta al movimiento vecinal y no voy a ser quien critique
o cuestione la labor que desde estas asociaciones y consejos de distrito se
lleva a cabo, la mayoría de las actividades serán muy loables, pero en este
caso, la verbena de la Fuensanta, deja evidencia de escasa sensibilidad,
conocimiento y reconocimiento del por qué de esta fiesta.
Hasta donde alcanza mi conocimiento, la Virgen de la Fuensanta es
la primera vecina del barrio, no sólo le da su nombre sino que también en torno
a Ella se construye la historia de numerosos hogares y el de una noble y
antigua ciudad. Así la reconocen propios y extraños. Todos aquellos que hacen
suya su propia historia y no reniegan de la misma imbuidos de un afán
secularizador y laicista que quiere extirpar las raíces de un pueblo reinventando
su origen y elaborando una nueva identidad. Una “nueva política” que dice ser
del pueblo pero que no le tiembla el pulso para coartar, impedir y combatir
todo aquel proceder que no siga sus cánones.
Aún están a tiempo de acoger el querer y parecer de innumerables
vecinos que en su corazón tienen a la Virgen de la Fuensanta como la mayor
vecina del barrio, y prueba de ello es que un río de personas acudirán en los
primeros días de septiembre ante las plantas de la Virgen y la venerarán con
profunda devoción. Querida Alcaldesa y miembros del Cogobierno, responsables
del Distrito vecinal, vecinos en general, no excluyan a la vecina Fuensanta.
Ella estaba antes que todos nosotros, la fiesta es por Ella, y seguirá estando
cuando nuestros cuerpos reposen en campo santo hasta que nos encontremos
definitivamente de nuevo con la Virgen de la Fuensanta en la eternidad.
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